El Coronel Sanders: la historia real detrás del creador de Kentucky Fried Chicken

Detrás del rostro sonriente que adorna los cubos de pollo de KFC hay una historia real de esfuerzo, fracasos y éxito tardío. Harland David Sanders, mejor conocido como el Coronel Sanders, no fue chef profesional ni empresario de cuna. Su camino hacia la fama culinaria comenzó en la pobreza y estuvo lleno de obstáculos. Sin embargo, su legado perdura como uno de los más grandes íconos de la comida rápida a nivel mundial.

De granjero a emprendedor

Harland Sanders nació el 9 de septiembre de 1890, en Indiana, Estados Unidos. Desde muy joven, tras la muerte de su padre, tuvo que trabajar para ayudar a mantener a su familia. Aprendió a cocinar a los 7 años, y esa habilidad se convertiría, décadas después, en su sello personal.

A lo largo de su vida adulta ejerció múltiples oficios: fue granjero, bombero, conductor de tranvía, vendedor de seguros, operador de barco de vapor e incluso soldado por un breve tiempo en Cuba, aunque el título de “coronel” fue más honorífico que militar. En 1930, abrió una pequeña estación de servicio en Corbin, Kentucky, donde cocinaba para los viajeros que pasaban por la carretera. Su pollo frito empezó a ganar fama entre los comensales locales.

La receta secreta

Lo que hizo especial al pollo de Sanders fue su mezcla de 11 hierbas y especias, una fórmula que hasta el día de hoy permanece en secreto. En 1936, el gobernador de Kentucky lo nombró “Coronel de Kentucky” como reconocimiento a su contribución culinaria. Para entonces, su restaurante ya era una parada obligada en la región.

Sin embargo, en los años 50, cuando una nueva autopista desvió el tráfico lejos de su restaurante, Sanders cerró su local y quedó prácticamente en bancarrota. A los 65 años, con muy poco dinero, decidió iniciar desde cero. Recorrió Estados Unidos ofreciendo su receta a restaurantes locales, buscando que usaran su método de cocción a presión y su mezcla secreta a cambio de regalías por cada pollo vendido.

Después de múltiples rechazos (más de mil, según algunas versiones), finalmente logró asociarse con restaurantes que creyeron en su receta. Así nació el concepto de Kentucky Fried Chicken (KFC) como franquicia, que creció rápidamente durante la década de 1960.

De emprendedor a leyenda

En 1964, Sanders vendió los derechos de KFC por 2 millones de dólares, aunque permaneció como embajador de la marca y rostro principal de la empresa hasta su muerte. Viajó por el mundo, apareció en comerciales y se convirtió en el símbolo viviente del éxito alcanzado con perseverancia.

Murió el 16 de diciembre de 1980, a los 90 años, pero su imagen y legado siguen presentes en más de 24,000 restaurantes de KFC en todo el mundo.


Más que una receta: un legado de perseverancia

La historia del Coronel Sanders no es solo la de una receta exitosa, sino la de alguien que nunca se rindió, incluso cuando todo parecía en su contra. Su vida demuestra que el éxito no siempre llega temprano, pero con esfuerzo, pasión y autenticidad, puede llegar a ser global. Su figura no solo representa pollo frito: representa la idea de que nunca es tarde para empezar de nuevo.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio